Redactar los textos para una página web lleva consigo la utilización de una serie de prácticas que llevan a optimizar el contenido. Entre las más importantes están:
Keyword Research
Es necesario conocer las palabras clave de tu sector que utilizaremos en los contenidos para poder resolver la intención de búsqueda de tus usuarios.
Estructurar contenido
Además de separar el texto en bloques para hacerlo más legible al usuario, debemos utilizar encabezados (H1, H2, H3,…) que indiquen a los bots de Google de qué trata cada contenido.
No duplicar contenido
Es vital conocer las publicaciones de tu web para evitar tener contenido duplicado o se canibalice con otros contenidos afectando negativamente al posicionamiento del sitio. Por ello, es importante disponer de un calendario editorial donde tengamos anotado de qué trata cada texto y qué palabras clave se han usado. Además, evitar a toda costa copiar contenido de otras páginas web ya que es una práctica penalizada por Google.
Interlinking
Repartir la autoridad de tu web con un buen enlazado interno favorece que el usuario siga navegando por tu página y consuma más contenido, aumentando el tiempo de permanencia.
Extensión del texto
Muchos estudios de SEOs llevan a la conclusión de que contenidos más largos posicionan mejor ya que se puede redactar un texto más completo, utilizando una amplia variedad léxica y resolviendo las dudas de los usuarios.
Optimizar las imágenes
El tamaño y peso de las imágenes es uno de los factores SEO que hacen rankear una web, además de asignarles correctamente su atributo ALT para mejorar el posicionamiento web.
Redactar para personas
Es importante recordar que debemos redactar textos, ante todo, para personas que son quienes los van a leer, aunque no debemos olvidar la redacción SEO enfocada al posicionamiento en motores de búsqueda como Google.